lunes, 19 de mayo de 2008

Vuelve la perra arrepentida...

...con su mirada tan tierna, con el hocico partido, con el rabo entre las piernas.
Pues si. Y, ¿qué demonios? La cosa es que me pican los dedos. Como verán, ahora mi blog tiene grandes novedades (las que puede aplicar una perfecta ignorante en todas las cosas de la tecnología) y todas a mitad de precio.

Reincidente, celosa, harta. La demora fue poder volver a robar Internet para llegar aquí, cargada de vergüenza, a desahogarme por cosas y gentes que no son de mi incumbencia.

Se les advierte: ésta joda no va pa' ningún lado, no va a ser mejor que antes. Ustedes verán. Si me van a dar palo, que sea bien duro... Porque perra vieja late echada.

8 comentarios:

Christophe dijo...

Estaba esperando el regreso de éste blog. Bien pueda, desahoguese, desquítese con los que pasan por aquí si quiere ;).

Mafe dijo...

YO SABIA!
El chistecito no podia durar tanto... es que los dedos pican!!!

Bienvenida de vuelta mija, pase pues una escoba y se le ayuda con la barrida y la desempolvada.

Odd dijo...

Que bien tenerte de vuelta. Gracias por tu tremendo comentario en mi blog. Siguiendo en ese tema, espero que hayas encontrado formas cheveres de calmar tus dedos cuando te pican! ;)
Pues a ver como nombro el enlace a este blog... alguna idea?
*hugs*

Anónimo dijo...

Ana M:
Sea usted bienvenida nuevamente a esta, su adicción virtual, se le aceptan sus irreverencias y cuestionamientos, de algo debe servir la libertad que gozamos.
Grato saber de su vida.

Anónimo dijo...

Siempre lo he dicho, sólo los imbéciles nunca cambian de parecer.

Ana M. dijo...

Gracias a tod@s!

Anónimo dijo...

Bueno carajo al fin algo decente en este día de lluvia, muertes y temblores, bienvenida de vuelta y aquí seguimos fieles. Hágame un favorcito nomás, a sumercé que le gusta que le den duro al blog, escríbame psicología y sus derivados con la 'p' porfa. Otra vez bienvenida de vuelta, saludo.

Ana M. dijo...

Misio Im, me encantó tu comentario. Y, aunque para la RAE es lo mismo "psicología" que sicología", me picaste y consulté a la señora Moliner. Ella y tú tienen razón en algo: la elegancia del idioma no debería perderse. Acato y me adhiero.

Gracias!